La Sensación Extravertida (Se)

Sensación

La función de Sensación es una de las dos funciones de percepción irracionales.

Irracional, porque se trata simplemente de experimentar y percibir, porque eso es literalmente lo que hace.

La función de Sensación nos ayuda a centrarnos en las experiencias sensoriales directas a través de la vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto.

Nos ayuda a apreciar hechos y circunstancias objetivos con excelentes poderes de observación.

Es pragmática y precisa, literal y útil, pero también sensual y orientada al placer.

La Dra. Linda Berens la describe de esta manera:

“Sentir es un proceso de tomar conciencia de la información sensorial tangible y a menudo implica responder a esa información sin ningún juicio o evaluación de la misma. En el proceso de sentir, el enfoque está en la experiencia real, los hechos y los datos: la realidad de las cosas y hacer que esa realidad sea más clara y vívida. Como proceso perceptivo activo, es más que una estimulación de los cinco sentidos. Es el registro de esa estimulación y la atracción activa hacia lo que se experimenta y la actuación sobre las realidades concretas de una situación, o hacia el interior, hacia los recuerdos de experiencias familiares”.

Si tienes una S en tu código de tipo, probablemente estés de acuerdo en que así es como te gusta recibir y procesar la información.

Sensación Extravertida (Se)

Así es como Jung mismo describió el Tipo Sensación Extravertida:

“Ningún otro tipo humano puede igualar al Tipo Sensación Extravertida en realismo. Su sentido de los hechos objetivos está extraordinariamente desarrollado. Su vida es una acumulación de experiencias reales de objetos concretos, y cuanto más pronunciado es su tipo, menos uso hace de su experiencia”.

En otras palabras, los Tipo Sensación Extravertida dominantes, es decir, ESTP y ESFP, prestan atención a todas las cosas y personas exteriores, concretas. Debo señalar que Jung usa “objetos” para denotar cualquier cosa fuera de una persona, y “sujeto” para cualquier cosa perteneciente a la persona.

“Los objetos se valoran en la medida en que excitan sensaciones, (…) sean compatibles o no con juicios racionales”.

En otras palabras, el hecho de que alguien se centre únicamente en hechos realistas no significa que sea automáticamente una persona racional.

Jung también añadió que la Se trata de disfrutar y vivir la vida al máximo, aunque no necesariamente sin tener en cuenta a los demás:

“Su único objetivo es el disfrute concreto, y su moralidad está orientada en consecuencia. De hecho, el verdadero disfrute tiene su propia moralidad especial, su propia moderación y legalidad, su propio altruismo y voluntad de hacer sacrificios. (…) Se viste bien, mantiene una buena mesa con abundante bebida para sus amigos, haciéndoles entender que su gusto refinado le da derecho a hacerles algunas exigencias. Incluso puede convencerlos de que ciertos sacrificios merecen la pena por el bien del estilo”.

Jung dice que el Tipo Se “reduce sus pensamientos y sentimientos a causas objetivas” y que todo lo que pueda surgir desde el interior se considera “morboso y sospechoso”, por lo que no se confía en él. Además, cualquier sensación física no será reconocida como algo psicológico, sino que se explicará con realidades externas concretas, como la temperatura.

Cuanto más unilateral se vuelva esta persona, es decir, que se centre únicamente en las sensaciones e impresiones externas, menos agradable se volverá, “un buscador de placeres grosero o un esteta sin escrúpulos”.